Ya he mirado trece veces por la ventana, el tiempo es eterno, no se que espero... los domingos son así. Nos cuesta aceptar que estamos en la víspera de la nueva semana que va a comenzar y somos incapaces de disfrutar este día libre. Toda la semana esperando tener tiempo libre y cuando lo tenemos no sabemos que hacer con él.
Todo es desidia, que bonita palabra para tan fea situación.
El día es gris, pero a parte de eso, este domingo tiene todos los ingredientes para pasar un día agradable en casa; se puede disfrutar de todos los canales del plus en abierto, Alonso a punto de proclamarse campeón, Real Madrid- Barca, mi niño a mi verá... tan solo esa inquietud que no me deja parar un minuto en el mismo sitio y me convierte en un culo de mal asiento.
El lado izquierdo de mi cerebro sigue retorciéndose en pensamientos inacabados, no quiere dedicarle demasiado tiempo a mis preocupaciones. Eso me desquicia, necesito analizarlas y darles solución. La vida es más sencilla pero yo me empeño en escuchar la cara B, como si ahí fuera ha encontrar la solución.
No debo tenerle miedo a mi nuevo trabajo, seguro que resulta de lo más sencillo y, no es por desprestigiar a nadie, pero un puesto de administrativo no debe ser tan complicado, seguro que he realizado trabajos mucho más difíciles. Lo haré bien!
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