
Salir a la calle, me horroriza, y lo paso peor si tengo que cruzar alguna palabra con alguien... sobretodo si sé que la conversación se va a alargar y no la puedo detener... Siento calor empiezo a sudar, las manos se me resvalan y empiezo a notar mi cara humeda.
De qué me sirve huir si no puedo vivir conmigo; si no puedo dejar de sentir un peso en mi pecho y un vacío en mi alma; si soy incapaz de cruzar la calle y gritar que estoy viva; si, por mucho que me esfuerce, siempre desearé ser otra persona con cualquier otra vida.
Debo ir al gimnasio, necesito hacer el amor más a menudo
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